La mayor demanda de fósforo ocurre durante los periodos de emergencia y crecimiento de raíces, brotes y flores. Es importante que durante esa fase el suministro no sea factor limitante, dando como resultado un crecimiento más lento.
Puede creerse veces que el fósforo tiene poca importancia en suelos con niveles altos, pero es común que ese fósforo se encuentre en forma fijada y no disponible. Por eso, el suministro por fertilización – incluyendo aplicaciones foliares – es importante y da como resultado una mejora de calidad y producción de fruto.
Como el fósforo es importante para el enraizamiento, la práctica común es usar fósforo en la zona de las raíces al establecer nuevas huertas. Las aplicaciones foliares complementan las reservas del suelo y aseguran que se satisfagan las necesidades inmediatas de frutos y favorece el crecimiento del árbol.
Se aplica también fósforo foliar después de la floración y luego en fase temprana de maduración donde exista un deseo de mejorar la coloración del fruto.
Son poco comunes los síntomas visuales en el follaje. En el otoño, las hojas tomarán un color verde oscuro con manchas color bronce o morado. Generalmente el follaje se ve pequeño y poco denso.
Es más común una reducción en la actividad meristemática, incluyendo un retraso en el desborre y reducción de la floración, crecimiento de brotes y tamaño de la hoja. Los frutos resultan ser más pequeños y con frecuencia tienen dura la pulpa y con bajo contenido de azúcares, además de poco sabor.
Las manzanas con bajo contenido de fósforo no tienen buenas propiedades de almacenaje, se descomponen a temperaturas bajas.