La respuesta óptima de N varía de acuerdo con la ubicación y factores de producción. La tasa y prácticas de aplicación se regulan mejor teniendo en cuenta ensayos locales. En general, la respuesta al fertilizante depende de la fertilidad del suelo, el nivel de nitrógeno en las reservas del árbol y el sistema de plantío.
Un exceso de nitrógeno provoca abundancia en crecimiento foliar a costa del desarrollo del fruto. Los frutales con exceso de aplicaciones nitrogenadas pueden ser más susceptibles a enfermedades (como fuego bacteriano), y caída prematura de la fruta. El tamaño de frutos disminuye y en general, su calidad será menor.
La hoja es pequeña, estrecha y de color verde pálido. Las más viejas se ponen amarillas/anaranjadas a guindas, y se caen prematuramente. El nuevo crecimiento se atrofia.
Como se forman pocas yemas, habrá poca floración y el fruto no será de buena calidad. Como consecuencia, habrá una reducción de la producción. Los frutos podrán colorearse prematuramente.