El Nitrógeno es un nutriente esencial para desarrollar la masa foliar, pero bajo condiciones climáticas templadas un exceso de nitrógeno al final de la temporada mantendrá el crecimiento del cultivo, retrasando así la maduración y causando un mayor riesgo de infección de tizón.
La forma de nitrógeno es también un factor a tener en cuenta, porque demasiado nitrógeno amoniacal reducirá el pH de la zona radicular y en esa manera fomentará la rhizoctonia.